Las patronales del sector del automóvil --Faconauto, Anfac y Aniacam--, la organización de consumidores OCU y los subinspectores de Hacienda agrupados en Gestha reclamaron ayer al Gobierno que declare exentas de tributación las ayudas pública del Plan 2000E.

Según avisó el miércoles el Registro de Economistas Asesores Fiscales (Reaf), la ayuda pública de hasta 1.000 euros por la compra de un vehículo (500 euros del Estado y hasta 5.000 euros por parte de las comunidades autónomas) debe ser incluida en la declaración de la renta como un ingreso más. No es el caso de los otros 1.000 euros que, dentro del plan, ofrecen como descuento los concesionarios de las marcas de automóviles. Esta parte no tributa.

Las organizaciones empresariales reclamaron ayer que se resuelva el problema planteado por la fiscalidad de estas ayudas para que no se vea empañada una medida de efectos positivos en la producción, el mercado, los ingresos fiscales y el empleo.

La portavoz de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), Ileana Izverniceanu, acusó al Gobierno de "improvisación" y de informar con "medias verdades" en relación a esta ayuda. "Los ciudadanos estaban desinformados y no sabían que esta ayuda tendría que tributar", algo que "les puede provocar, incluso, saltar de tramo" al hacer la declaración de la renta. Para la OCU, el asunto "se ha llevado muy mal".

De los hasta 1.000 euros, los contribuyentes obligados a declarar deberán ingresar al fisco entre 240 y 430 euros, según el tramo en el que tributen. En el 2009, un total de 280.000 compradores de coches se acogieron a estas ayudas, según Faconauto. En el 2010, ya se han formalizado 150.000 operaciones.

Los subinspectores de Gestha lamentaron que el Gobierno desoyera su propuesta, a mediados del 2009, de declarar exentas las ayudas.