La presión vendedora de los inversores sobre la deuda irlandesa disparó ayer todas las alarmas. El diferencial del bono de Eire a 10 años con el alemán escaló hasta los 680 puntos básicos, lo que coloca el coste de la financiación de ese país en una situación límite y en una posición similar a la alcanzada por Grecia en mayo pasado, con una rentabilidad del 9,25%. Al producirse una avalancha de ventas y, por tanto, una caída de la cotización, la rentabilidad, que va en sentido inverso, se dispara.

Por contagio, la evolución del bono irlandés se extendió al resto de deuda soberana de países europeos periféricos, entre ellos España. El bono español a 10 años llegó a un diferencial de 216 puntos, si bien luego se movió en torno al 4,58% frente al 2,44% de la referencia alemana.

La vicepresidenta económica española, Elena Salgado, mostró, desde Seúl su preocupación por la situación del sistema financiero irlandés, pero dejó claro que la volatilidad de los mercados que ha provocado ese país está afectando "en muchísimo menor grado" a España que a la propia Irlanda o a Portugal. El encarecimiento de la deuda española como consecuencia de las dificultades de Irlanda "no supone ningún riesgo para las colocaciones de bonos españoles", afirmó Salgado, antes de insistir en que los tipos de interés que paga el Tesoro siguen en "mínimos" desde el 2009, informa Rosa María Sánchez.

En rueda de prensa tras concluir la cena de trabajo con la que los ministros de Finanzas comenzaron la cumbre del G-20, Salgado reconoció que comentaron en la reunión el caso irlandés y admitió que hay "una cierta preocupación" por la situación del país y "por las medidas que se vayan a adoptar en las próximas semanas".

ADVERTENCIA En este contexto, la Unión Europea (UE) advirtió a los especuladores financieros que están apostando contra la deuda pública irlandesa que "está preparada" para intervenir con rapidez "si fuera necesario" para sostener financieramente a Irlanda. Pero el Gobierno irlandés reiteró ayer que eso no va a ser necesario, porque dispone de financiación propia suficiente hasta mediados del 2011 sin tener que recurrir a nuevas emisiones de deuda pública, informa Eliseo Oliveras.

La Comisión Europea destacó que el caso actual de Irlanda es muy distinto del de Grecia y que sería erróneo establecer un paralelismo entre ambos, porque, en primer lugar, no existe una "crisis de liquidez" e Irlanda no necesita recurrir a los mercados internacionales durante varios meses para financiarse.

A diferencia de Grecia, no existen dudas sobre la fiabilidad de las cifras de las cuentas públicas irlandesas, indicaron fuentes comunitarias. Además, la UE dispone en estos momentos del fondo de estabilización financiera listo para utilizar de inmediato "en cualquier momento", mientras que durante la crisis griega hubo que crear ese mecanismo.