El control gubernamental en el Lloyds Group aumenta la presión sobre el presidente, Victor Blank, y el director ejecutivo, Eric Daniels, que dirigieron la compra del Halifax Bank of Scotland (HBOS). Algunos inversores han pedido la dimisión de ambos directivos por el daño que ha causado la fusión a Lloyds, que no hubiera necesitado del dinero público si esta operación no se hubiera realizado.