"¿Es España el siguiente?", se preguntaba ayer en el editorial The Wall Street Journal . El rotativo se hizo eco de algunos artículos publicados en la prensa alemana y española sobre la posibilidad de que España necesite recurrir al fondo de emergencia de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los desmentidos tanto del Ejecutivo, la Comisión Europea y el propio FMI de estos últimos días no han evitado que los "rumores", como los califica José Luis Rodríguez Zapatero, sigan llenando páginas de periódicos en todo el mundo. En la reunión con sus homólogos en Bruselas, el jefe del Ejecutivo logró dos propósitos con los que cree que podrá frenar esa supuesta campaña difamatoria.

En primer lugar, consiguió el apoyo a la solvencia económica española de la cancillera alemana, Angela Merkel, del presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, y del líder permanente de la Unión Europea, Herman Van Rompuy. Y, en segundo lugar, los Veintisiete secundaron la propuesta de Zapatero de que se hagan públicos los exámenes de resistencia de los bancos para demostrar su solidez.

TIJERETAZO APLAUDIDO Por estas dos razones, el jefe del Ejecutivo se fue ayer satisfecho de la cumbre, la última que se celebra bajo la presidencia rotatoria española, que acaba el 30 de junio. El día acabó mucho mejor a como empezó, con la prensa internacional disertando sobre el eslogan que ya parecía superado: "España puede acabar como Grecia".

Merkel, esta vez sin ningún latiguillo que, si pudiera malinterpretar, alabó el plan de ajuste y las reformas planteadas por el Ejecutivo español. Sarkozy aseguró que España "no tiene problemas" y que mantiene su "confianza" en la economía del país. Van Rompuy, en un intento de resumir el apoyo de todos los socios, dijo que el tijeretazo de Zapatero es una decisión "valiente" y será "efectivo".

En la rueda de prensa final de la cumbre, Zapatero fue preguntado sobre si se había sentido arropado por sus homólogos ante la ola de "rumores". El jefe del Ejecutivo respondió que "siempre" ha sentido el apoyo de los dirigentes europeos y que está tranquilo.