Durante toda la sesión, el mercado bursátil español anduvo dubitativo, a la búsqueda de referentes sobre los que construir un discurso inversor. Sin fortuna, obviamente, a la vista del resultado: el Ibex 35 cerró prácticamente plano, con un descenso del 0,22%, lo que ancló el índice al final de la jornada en los 9.497 puntos.

En los cuatro parquets españoles hubo indecisión. Son efectos de la crisis, momentos en los que cualquier noticia puede convertirse en el freno o en el motor del ánimo colectivo. Si se le añade la ausencia de noticias del resto del mundo con capacidad para despertar entusiasmo entre la comunidad bursátil, se comprende perfectamente la atonía.

Algo similar sucedió en el resto de Europa. Londres ganó el 0,06%; Fráncfort, el 0,02%; y París, el 0,17%. Sí que hubo algo más de aliciente en Wall Street, donde los inversores siguieron con interés algunos datos de esos que se consideran brotes verdes económicos. Por ejemplo, el ritmo de edificación de viviendas, indicador que aumentó el 17,2% el pasado mes. Un mes antes, en abril, había bajado el 12,9%. Pero hubo otro, los permisos para la construcción de vivienda, dato que se toma como una referencia de la actividad futura del sector, aumentaron el 4%, según el Gobierno. El optimismo que pudiesen generar estos datos se vino abajo cuando se conoció un estudio de Morgan Stanley en el que vaticina el final de esta fase de revalorizaciones bursátiles.

Al final, los bajistas consiguieron imponerse y que el equilibrio predominase. El dinero, en parte, se refugió en el petróleo, que ascendió otro 2% y mantiene una racha de subidas. De los grandes valores bajaron BBVA, el 1,16%; Iberdrola, el 1,01%; y Telefónica, el 0,07%, en tanto Banco Santander subió el 0,64%, y Repsol, el 0,19%.

Bolsas y Mercados Españoles registró el principal descenso del Ibex, el 2,8%; Banesto cayó el 2,57%; Endesa, el 2,12%; y FCC, el 2,03%. Acerinox logró la mayor subida, el 1,52%.