El Gobierno estadounidense asumió el viernes el control de la firma hipotecaria privada Indymac Bank, en lo que las autoridades describieron como la segunda nacionalización bancaria más importante en la historia del país (tras la de Continental Illinois Bank y sus más de 25.000 millones de euros en activos, realizada en 1984). Indymac es el primer gran banco que cierra sus puertas desde que estalló la crisis hipotecaria hace más de un año. La firma es la segunda entidad privada en concesión de créditos, con activos valorados en 32.000 millones de dólares (20.700 millones de euros).

Los reguladores cerraron la principal sucursal tres horas antes de lo habitual el viernes, citando una masiva retirada de fondos por parte de los clientes. Concretamente, 1.300 millones de dólares (840 millones de euros) en 14 días, presos del pánico al leer una carta del senador Charles Schumer, que el 26 de junio preguntó por el incierto futuro del banco a la Oficina de Supervisión de Entidades de Ahorro y Préstamo (OTS).

Las 33 sucursales restantes serán clausuradas durante el fin de semana para volver a abrir el lunes bajo el nombre de Indymac Federal Bank, en una operación de nacionalización que le costará a la Corporación Federal de Garantía de Depósitos (FDIC) entre 4.000 y 8.000 millones de dólares, entre 2.500 y 5.000 millones de euros.

LA CAUSA "Esta institución ha quebrado por falta de liquidez y por la masiva retirada de fondos", dijo John M. Reich, director de la OTS. Schumer replicó que la culpa es de las "blandas políticas prestamistas".

La OTS, reguladora de las entidades crediticias, informó a los clientes de que no podrán operar por teléfono o internet hasta el lunes, pero sí utilizar los cajeros y pagar con tarjetas o cheques. Añadió que las cuentas con hasta 100.000 dólares están aseguradas por la FDIC, que busca comprador para Indymac.