El desequilibrio entre el incremento de oferta hotelera de los últimos cuatro años y el ritmo mucho más moderado de aumento de la demanda por parte de los turistas se ha convertido en un peligro para el futuro del sector turístico en España. Así lo constatan el 71% de los empresarios e instituciones del sector que contestaron la encuesta formulada por Exceltur, un organismo de estudios turísticos del que forman parte 25 de las mayores empresas españolas de esta industria.

El temor de los empresarios se basa en datos reales. El año pasado, por primera vez en su historia, la aportación del turismo al crecimiento del producto interior bruto (PIB) español fue negativa. Así, se registró un aumento mayor de los gastos que de los ingresos en este sector estratégico de la economía española.

Además, aunque en el 2002 todavía se incrementó el número de turistas que llegaron a España, el gasto que realizaron fue menor que en el 2001. La causa principal de este fenómeno es que el exceso de oferta provoca una bajada de precios para intentar llenar los hoteles.

MAS OFERTA

En 1999 había en España una oferta de 1,24 millones de plazas hoteleras abiertas durante el mes de agosto, el punto culminante de ocupación turística. Y se contabilizaron 31,96 millones de pernoctaciones aquel mes, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

En el mismo mes del 2002, el número de camas disponibles era ya de 1,33 millones, lo que supone el 6,6% más. Y la cifra de pernoctaciones ascendió a 32,26 millones, el 0,99% más.

No se trata de un hecho coyuntural. Al contrario, la brecha entre la oferta y la demanda tiende a agrandarse, sobre todo en la categoría de hoteles con mayor número de camas, la de tres estrellas. En este tipo de establecimientos se alojan más del 42% de los turistas que utilizan el hotel para sus estancias. Y la oferta ha aumentado el 5,5% entre 1999 y el 2002, mientras que las pernoctaciones han caído casi un punto en el mismo periodo.

La preocupación de los empresarios, que temen una fuerte caída de la rentabilidad en algunas zonas, se acentúa cuando se analizan algunas de las regiones donde crece más la planta hotelera. El caso más claro es Andalucía. El año pasado registró un incremento de visitantes de casi el 7%, pero en cambio hubo una caída de ingresos por turista de más del 4%, a causa de un menor dispendio medio diario y a la reducción de la estancia media.

Desde 1999, en Andalucía se han abierto 40.000 nuevas plazas, un aumento del 28,3%, mientras que el número de pernoctaciones ha crecido menos del 6%. Y, además, de acuerdo con los proyectos que ya están en marcha, en los próximos cuatro años habrá 70.000 nuevas plazas más.

AMENAZA PARA EL SECTOR

Para el vicepresidente ejecutivo de Exceltur, José Luis Zoreda, es evidente que en numerosos destinos de costa y urbanos "el proceso de desarrollo y el fuerte crecimiento del turismo español, sustentado entre otras bases en la creación de nuevas plazas de alojamiento, empieza a poner en peligro la propia sostenibilidad del modelo de crecimiento".