La Unión Europea y Mauritania cerraron ayer un acuerdo de pesca por 6 años que permitirá a 200 barcos comunitarios, la mayoría españoles, faenar en los caladeros mauritanos a cambio de una compensación financiera de 86 millones de euros al año (516 millones en total por los seis años del acuerdo), según informó la Comisión Europea, que ha dirigido las negociaciones. El acuerdo entrará en vigor el próximo 1 de agosto, fecha en que vence el pacto actual.

El compromiso, considerado el más importante para los Veinticinco en términos financieros y de posibilidades de pesca, incluye especies como crustáceos, cefalópodos, atún y merluza, entre otras, y se culminó después de varios altibajos en las negociaciones y una maratón final celebrada durante esta última semana en Mauritania.

Aparte de España, que es el país que tiene un mayor número de licencias en el acuerdo actual (un centenar sobre un total de 180), pescarán en aguas mauritanas buques de Estonia, Francia, Alemania, Grecia, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Países Bajos, Portugal y Reino Unido.

Además de la contribución del presupuesto de la UE, los propietarios de los barcos que pesquen en Mauritania deberán pagar un canon adicional que ascenderá en conjunto a 22 millones de euros al año.

La mayor parte de la compensación comunitaria se dedicará a ayudar en la puesta en marcha de una política pesquera responsable y sostenible en Mauritania.

"Este acuerdo, el más importante con un país africano, es un paso adelante. El nuevo enfoque de cooperación beneficiará tanto a la UE como a Mauritania en la creación de puestos de trabajo, el refuerzo de la vigilancia y el control, la conservación de los recursos siguiendo la evaluación científica y la protección medioambiental", dijo el comisario europeo de Pesca, Joe Borg.