Estonia se integrará en la zona euro el 1 de enero del 2011, según la recomendación adoptada ayer por la Comisión Europea. Esta recomendación debe ser ratificada por los demás estados y por el Banco Central Europeo (BCE), pero no se prevé ninguna dificultad debido al bajísimo nivel de déficit y deuda pública del país.

El déficit público de Estonia se limitó al 1,7% del PIB en el 2009 y durante el 2010 y el 2011 se situará en el 2,4%, por debajo del techo del 3% establecido en el Tratado de la UE. El comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, destacó el éxito de contención del déficit público de Estonia, a pesar de la grave recesión sufrida por el país, con una contracción del PIB del -14% el año pasado. La deuda pública del país báltico se limita además al 7,2% del PIB, mientras que la media de la zona euro supera el 78%.

La estabilidad de precios, según la Comisión, también está garantizada. El disparo de la inflación en el 2006 bloqueó la incorporación del país a la zona euro en el 2007.

Estonia será el primer país báltico y el primer territorio de la antigua URSS que se integra en el euro. El Estado cuenta con 1,3 millones de habitantes y su PIB asciende a 214.828 millones de euros, el 2,4% del PIB de la zona euro. Estonia será el miembro número 17 de la Unión Económica y Monetaria.