La división interna entre los sectores que se oponen a la reelección de José María Fidalgo como líder de CCOO en el octavo congreso del sindicato quedó ayer más evidente tras la aparición de dos corrientes dentro del llamado sector crítico y en donde se mantuvo como bisagra el miembro de la ejecutiva de Cataluña Juan Ignacio Valdivieso. El origen de esta división está en las ofertas de Fidalgo para integrar a miembros de este grupo en la directiva.

LA OPOSICION El ya histórico sector crítico de CCOO estuvo ayer a punto de partirse y de presentar dos listas de candidatos a la ejecutiva confederal del sindicato. Tras largas reuniones, el líder de esta corriente y candidato a la secretaría general, Agustín Moreno, decidió aceptar las exigencias de una parte de su gente, de talante más moderado, e integrar en su lista a sus dos máximos representantes: Juan Ignacio Valdivieso y Francisco Muñoz, exsecretario de la Federación de Construcción de Cataluña. Aunque Moreno dio por cerrada esta crisis que afecta a unos 50 de los 200 delegados que componen el sector crítico, fuentes de la mayoría siguen sin descartar que alguien de esta corriente opositora o incluso el propio Valdivieso pueda pasar a la filas de Fidalgo.

Rodolfo Benito descartó su opción a ser secretario general "porque tres candidatos distorsionarían el debate de fondo". Benito dio a sus partidarios libertad para apoyar a Moreno aunque es probable que se produzcan muchas abstenciones.

La división también se hizo evidente en la votación de la enmienda a la totalidad que presentó Benito al programa de acción de Fidalgo. El texto no suscitó la unidad entre los sectores de la oposición ya que provocó un 11% de abstenciones entre el sector crítico y sólo fue apoyado por el 29,9% de los delegados.

Fidalgo someterá hoy su gestión a votación y, más tarde, el congreso del sindicato eligirá a la nueva ejecutiva.