El Gobierno francés planea que los franceses trabajen más tiempo y la creación de un impuesto específico para las rentas altas. Así se incluye en el documento de trabajo que el Ejecutivo envió a los sindicatos y a la patronal para comenzar a negociar la reforma del sistema de pensiones.

El texto defiende que el incremento de la vida activa es "la única solución, justa y eficaz al tiempo". El Gobierno plantea dos posibilidades, o bien retrasar la edad de jubilación, establecida actualmente en 60 años, o bien aumentar el periodo mínimo de cotización necesario para cobrar la totalidad de la pensión. También apuesta por igualar las condiciones de acceso a la prestación de jubilación a los trabajadores privados y públicos.

Además, el Ejecutivo francés propone la creación de una contribución solidaria de las rentas más altas destinada a financiar el sistema de pensiones y que no sería contabilizada dentro de los límites máximos de cotización que impiden que se pague en impuestos más del 50% de lo ganado. Esta tasa afectaría a particulares y a empresas. En contrapartida, el Gobierno mantendrá el sistema de pensiones por reparto y salvaguardará el poder adquisitivo de los jubilados.