El auto del juez Garzón deja claro que el actual presidente único del BBVA, Francisco González, echó una mano en su declaración judicial a dos exconsejeros del banco: el empresario Plácido Arango y el actual presidente de Repsol, Alberto Cortina, al señalar que ambos creyeron que actuaban legalmente. El banco insiste en que "aquí no se ha echado a nadie".