El sector de las cajas de ahorro en España afronta semanas decisivas para su futuro. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, ultiman la presentación de un decreto que sirva para clarificar las fórmulas de recapitalización de las cajas de ahorros, lo que podría ser el paso previo para su conversión en bancos, según han confirmado fuentes del sector financiero.

Este decreto, que podría presentarse este viernes en el Consejo de Ministros o en el transcurso de la próxima semana, ha levantado ampollas en el sector, que considera que la nueva ley de cajas (Lorca) aprobada el pasado mes de julio, junto con el papel como regulador del Banco de España, son dos elementos suficientes para tutelar el proceso de reestructuración del sector. En todo caso, el desarrollo de este decreto se ha llevado con la más estricta discreción y sin realizar consultas previas a las cajas.

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) se ha adelantado al decreto. Este organismo propone en una presentación para inversores internacionales su entrada en el capital de las cajas de ahorros de forma temporal como una de las alternativas para fortalecer la solvencia y la calidad del capital de las entidades.

NUEVOS PASOS El FROB reconoce que se plantea nuevos pasos en la reestructuración de las cajas, uno de los cuales supone la nacionalización temporal de las entidades de ahorro. Esta fórmula ya se ha llevado a cabo en otros países europeos para respaldar a sus entidades financieras en crisis. Sin embargo, en España no se había considerado hasta ahora, salvo en el caso de que las cajas que hayan recibido ayuda del FROB en forma de participaciones preferentes no puedan devolver esos fondos.

Pese a que los principales objetivos de las reestructuración del sector ya se han conseguido, el Fondo subraya que "debe considerarse un nuevo esfuerzo para concluir la transformación del sector". Pero reconoce que los cambios deberían apoyarse en una "nueva reforma legal". En este sentido, apunta cambios en la regulación de las cajas para eliminar los obstáculos que dificultan su acceso a los mercados de capitales y, en segundo lugar, facilitar la entrada de inversores privados en el capital de estas entidades.

EL IMPULSO DEL GOBIERNO Estos cambios legales, en todo caso, deben ser decretados por el Gobierno si se quiere impulsar una aceleración del proceso, según apuntaron ayer fuentes financieras. El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, negó esta semana que el Gobierno esté preparando un decreto para acelerar la reforma. Sin embargo, ayer fuentes próximas al Gobierno apuntaron que "algo se está moviendo". En el sector son conscientes de esos movimientos, aunque parecen contrarios a que se lleve a cabo.

En todo caso, los cambios que se produzcan irían en la línea expuesta por el FROB a los inversores internacionales, ante quienes España debe recobrar la credibilidad. El planteamiento es acelerar la separación efectiva entre el negocio financiero y la actividad social de las cajas, "lo que permitiría una gestión más independiente". Una opción que podría facilitar que La Caixa se convirtiera en un banco, tal y como planea la entidad que preside Isidre Fainé.

Los otros pasos que se consideran necesarios están relacionados con la obtención de capital. La primera opción es captar ingresos procedentes de inversores privados "en condiciones de mercado". En segunda instancia, el FROB incluye la posibilidad de ofrecer medidas temporales "para ayudar a las entidades a conseguir fondos de inversores privados". En última instancia el Fondo tomará capital directamente de las entidades si estas no pueden mejorar su capitalización por alguna de las otras vías mencionadas.