La Agencia Tributaria ha iniciado una serie de inspecciones relacionadas con las operaciones comerciales de los automóviles de kilómetro cero y con otras transacciones derivadas de ventas de vehículos con descuentos y promociones. Así, los inspectores de Hacienda han levantado ya actas en diferentes concesionarios por considerar que el importe sobre el que se aplica el impuesto de matriculación no se corresponde con la base imponible que debería declararse.

Habitualmente, las marcas de automóviles emiten una factura por cada vehículo que venden a sus concesionarios, con una base imponible determinada. Cuando se trata de automóviles incluidos en campañas promocionales, como los de kilómetro cero, que el concesionario matricula a su nombre, se emite una factura que rectifica la anterior. En este caso, las marcas aplican un descuento a los concesionarios, y estos lo trasladan a la base imponible sobre la que se aplican los gravámenes. Con ello, se reduce el importe a que asciende tanto el IVA (16%) como el impuesto de matriculación. Hacienda ha empezado a rechazar esta factura rectificada porque considera que el impuesto de matriculación debe referenciarse a la primera factura, en la que la base imponible es mayor. De lo contrario, apunta el fisco, se estaría cometiendo un fraude.

MOMENTO DELICADO Fuentes jurídicas señalaron que la ley de impuestos especiales, entre los que figura el impuesto de matriculación, establece que la base imponible será la misma para este gravamen y para el IVA. Por su parte, la ley que regula el IVA sí permite modificar la base imponible para recoger descuentos.

Estas inspecciones coinciden con un momento especialmente débil del mercado automovilístico, dado que las matriculaciones de turismos y todoterrenos cayeron un 28,2% en marzo --el mayor descenso desde 1993-- y acumulan un retroceso del 15,3% en el primer trimestre del año.