Los impuestos directos, entre los que está el IRPF y el impuesto de sociedades, recaudaron en el 2001 de nuevo más que los indirectos, entre los que destaca el IVA. En concreto, los directos recaudaron 55.363,27 millones de euros --1,04 veces más que los indirectos--, impulsados por el fuerte crecimiento de las retenciones del trabajo, según el Ministerio de Hacienda.

En el 2000 la situación entre ambos tipos de tributos había sido de práctico empate, mientras que en 1999, los indirectos habían llegado a pesar más que los directos, según datos de la última memoria tributaria.

En general se entiende que un mayor peso de la tributación directa --que está ligada al nivel de ingresos que poseen de los contribuyentes-- permite una mayor redistribución de la renta entre las distintas capas sociales. Los tipos de los impuestos indirectos, por el contrario, no varían en función del nivel de renta del contribuyente.

RELACION ESTRECHA

Según la última memoria tributaria publicada por el Ministerio de Hacienda, la relación entre ambos tipos de tributos se ha ido estrechando en los últimos años. En 1997, los impuestos directos recaudaron 1,26 veces más que los indirectos. En 1998 el coeficiente bajó hasta 1,06. En 1999, en cambio, se produjo un vuelco: el coeficiente multiplicador cayó hasta 0,98, fruto de una mayor recaudación por IVA por la recuperación del consumo y de la actividad en general.