Según un estudio realizado por Diebold, la forma de actuar de los hombres es más predecible que la de las mujeres a la hora de elegir un número de identificación personal o pin para sus tarjetas de crédito y de débito, lo que hace que sean potencialmente más vulnerables a ciertos tipos de fraude en tarjetas de crédito.

Con frecuencia se ha advertido a los consumidores que eviten utilizar números pin asociados a algo personal, como una fecha de nacimiento o un número de domicilio, que pudiera ser descubierto por un delincuente. Por el contrario, se les aconseja elegir números al azar y no tener el mismo número para todas sus tarjetas. En una encuesta se pidió a hombres y mujeres que eligieran un pin imaginario. Los resultados indicaron que los hombres facilitan a los delincuentes la posibilidad de descifrarlo, ya que eligen entre un conjunto de opciones limitado.