Diez años han transcurrido desde que British Airways aprovechó la privatización de Iberia para tomar una participación en la aerolínea de bandera española que la convirtió en su principal socio industrial. La relación culminó ayer con la noticia más esperada por el sector aéreo internacional: las dos compañías han iniciado negociaciones para crear la tercera mayor aerolínea del mundo por ingresos (estimados en 16.500 millones de euros por ejercicio) y la quinta por flota (443 aviones).

Los dos principales ejecutivos de las compañías --el presidente de Iberia, Fernando Conte, y el consejero delegado de British, Willie Walsh-- presentaron ayer la operación en Madrid como una "fusión entre iguales". Los consejos de administración, explicaron, han dado luz verde por unanimidad a las negociaciones. Fuentes cercanas a los directivos estimaron que la operación se demorará entre seis y 12 meses.

Conte reveló que se creará una nueva sociedad, que, a modo de holding, será la propietaria de Iberia y British Airways, y cotizará en las bolsas de Madrid y de Londres. Las dos aerolíneas mantendrán su independencia funcional y conservarán su marca, su certificado de operador aéreo, y sus consejos. La dirección estratégica del grupo correrá a cargo de un equipo único formado por ejecutivos de las dos empresas, y supervisado por el consejo del holding.

PROBLEMAS POR RESOLVER Quedan, en cualquier caso, cuestiones importantes por resolver. Las aerolíneas seguirán matriculadas en sus países de origen, pero todavía no se ha decidido dónde estará la sede de la sociedad propietaria. Mucho más importante resulta la ecuación de canje, es decir, el número de acciones de la nueva sociedad que corresponderá por cada título de Iberia y de British.

Fuentes del mercado apuntaron que lo lógico es que Iberia tuviese un peso de un tercio de la nueva sociedad. British supera a la española en ingresos (8.753 millones de euros frente a 5.522 millones en el último ejercicio) y en valor en bolsa (unos 3.674 millones de euros frente a los 1.887 millones de Iberia).

Conte admitió que la británica es "mucho más grande" que la española, pero subrayó que, al contrario que en la fusión de Air France y la holandesa KLM, la "salud" de las cuentas de Iberia y British es muy similar. El accionariado de British está, además, mucho más disperso que el de Iberia, con lo que Caja Madrid, el principal accionista de la española (22,99%), podría ser el mayor propietario de la nueva sociedad. Tanto la entidad de ahorro como El Corte Inglés (3,37%) anunciaron ayer su intención de seguir en la sociedad.

CUENTAS "MAS SOLIDAS" La nueva aerolínea contará con 200 destinos en 100 países de los cinco continentes y dos de los mayores hubs --centros de interconexión de vuelos-- de Europa (Madrid y Londres-Heathrow). Para tranquilizar a las plantillas, las compañías afirmaron que las cuentas serán "aún más sólidas" y que aumentará la inversión.