El principal indicador de la bolsa española, el Ibex 35, logró ayer mantener el soporte de los 11.500 puntos gracias al avance de los grandes valores. El selectivo logró un avance del 0,17%, hasta las 11.523,50 unidades, tras rebotar a última hora y pese al lastre de Wall Street, que se vio afectado por la subida inesperada de las peticiones semanales de subsidios de desempleo.

Los inversores comenzaron la sesión con una recogida de beneficios, pero la iniciativa del Gobierno de Grecia, que dio el primer paso para poner en marcha el mecanismo de rescate financiero acordado el pasado domingo por los países de la eurozona, logró tranquilizar al mercado.

No obstante, las subidas mermaron después de que se conocieran las peticiones semanales de subsidios por desempleo en EEUU: se incrementaron por segunda semana consecutiva, frente al descenso previsto por los analistas. Sin embargo, y pese a que Wall Street abrió en rojo, las buenas nuevas griegas pesaron más y los mercados europeos cerraron con alzas. Londres se anotó un avance del 0,50%; Milán, del 0,25%; Fráncfort, del 0,21%; y París, del 0,20%.

Casi todos los pesos pesados del Ibex --a excepción de Telefónica-- cerraron en positivo (Repsol progresó el 1,11%; BBVA, el 0,67%; Iberdrola, el 0,53%; y el Santander, el 0,47%). La operadora presidida por César Alierta fue la oveja negra, ya que terminó con un descenso del 0,17%, lejos no obstante del 1,26% que perdió Gamesa, el valor más bajista del Ibex. Entre las mayores caídas del selectivo también figuraron Técnicas Reunidas (-1,18%), FCC (-1,17%), y Mapfre, con un descenso del 1,02%.

En el mercado continuo, tras Testa Inmobiliaria y Reno, el valor más alcista fue Prisa, que se anotó un alza del 6,84%, tras anunciar que ha firmado con Telecinco el contrato marco para la fusión del canal de Mediaset con Cuatro.

El euro perdió posiciones frente al dólar y al cierre de la sesión se cambiaba a 1,3539 unidades.