El ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer en Barcelona que la del 1 de julio será la última subida de la luz de este año. En su opinión, el alza media del 5,6% propuesta es "razonable", tras una subida del crudo que "no puede quedar sin respuesta".

Después de clausurar la convención anual de la industria eléctrica europea, Eurelectric, Sebastián estimó que la subida tendrá un impacto en el IPC de una décima. Afirmó que la medida persigue "ahorrar electricidad". Aunque 4,5 millones contratos con una potencia de hasta tres kilovatios (kw) disfrutarán de una nueva tarifa social, admitió que el recibo subirá para "la mayoría".

También en Eurelectric, las grandes eléctricas advirtieron de que las tarifas subirán como consecuencia de las políticas de la UE encaminadas a aumentar el peso de las energías renovables.