El Gobierno islandés anunció ayer que había tomado el control de dos pequeños bancos de ahorro después de que estos hubieran anunciado su situación de insolvencia meses atrás para intentar pactar infructuosamente con sus acreedores un convenio con el que renegociar las deudas.

"Bastantes acreedores de Byr y Keflavik Saving Banks rechazaron una oferta para reestructurar la deuda que el banco tenía contraída con ellos. A petición de su consejo de administración, la FME la autoridad de vigilancia financiera islandesa ha tomado el control de ambos", dijo el Ministerio de Economía islandés. Ambas entidades cuentan con 400 empleados en total y tienen como principales acreedores a un grupo de bancos alemanes, austriacos e islandeses.

El pasivo acumulado en los balances ronda los 1.800 millones de euros, según informó ayer una fuente gubernamental. "Recuperaremos una parte de los activos. Las actividades de ambos bancos seguirán normalmente", explicó un portavoz del ministerio.