Una semana después de ser elegido con el 62% de los votos presidente de la CEOE, Juan Rosell dará a conocer hoy a su equipo de colaboradores, con el que pretende cambiar costumbres y actitudes en la patronal española. Ayer se reunió con la vicepresidenta económica Elena Salgado, a la que ofreció toda la colaboración necesaria para acelerar la salida de la crisis.

El encuentro se desarrolló en un "ambiente muy cordial", según el Ministerio de Economía, y, pese a tratarse de una visita protocolaria, tuvo el efecto de dibujar el estilo Rosell. Así como en su discurso del pasado martes tras la elección animó al Gobierno a seguir el programa de reformas contra la crisis, ayer le confirmó a Salgado que la CEOE quiere remar en la misma dirección. En su programa electoral Rosell defendió la polémica medida de reducción en unos 150.000 del número de funcionarios. No obstante abogó por un Estado fuerte pero en el que prime la eficacia.

NEGOCIACION COLECTIVA En el marco del diálogo social, del que se ha mostrado entusiasta, el nuevo patrón de patronos tiene como reto más urgente la firma de un acuerdo sobre negociación colectiva antes de mediados del próximo marzo. Este diálogo con los sindicatos se inició tarde por la inactividad de la CEOE en su etapa preelectoral.

Seguramente Rosell explicó a la vicepresidenta el proyecto que ha diseñado para dirigir la patronal, que internamente supone un adelgazamiento de sus órganos directivos y una mayor agilidad en la toma de decisiones y en la presencia en la sociedad.

Hasta hoy no se sabrá si su rival electoral, Santiago Herrero, presidente de la patronal andaluza, acepta una de las nueve vicepresidencias que tendrá CEOE (ahora, 21). Más difícil será la incorporación como vicepresidente de Jesús Banegas, presidente de la patronal tecnológica, que retiró su candidatura para aliarse con Herrero. Arturo Fernández (CEIM) y Jesús Terciado (Cepyme) serán vicepresidentes tras apoyarle en las elecciones.