La bolsa española empezó ayer una nueva semana a la baja. Tras el traspiés del viernes (-2,29%), el Ibex 35 cedió ayer el 1,06% y cerró en 13.726,30 puntos, en una jornada marcada por la volatilidad y por el descenso generalizado de constructoras, inmobiliarias y bancos. Tras el batacazo del viernes de Wall Street por la destrucción de 4.000 puestos de trabajo en agosto y tras el anuncio, ayer, de desaceleración de la economía japonesa, el resto de principales mercados europeos también sufrieron recortes. Londres se dejó un 0,89%; Fráncfort, el 0,81%; París, el 0,78%; y Milán, el 0,23%; en una jornada en que el euro cerró a 1,3793 dólares. Los parquets europeos se lanzaron a las compras tras la apertura al alza de Wall Street (impulsada por los buenos datos de Intel y la expectativa de que la Reserva Federal bajará los tipos de interés el 18 de septiembre). Pero poco duró la confianza de los inversores en EEUU, y el pesimismo marcó la tendencia en Europa, arrastrando a la baja los mercados.

En España, nuevamente fueron bancos, constructoras e inmobiliarias las más perjudicadas por la crisis hipotecaria de EEUU y la falta de liquidez en los mercados de crédito. Destacaron los descensos de Acciona (5,43%), Bankinter (4,68%), ACS (3,81%), Ferrovial (3,55%), Banesto (3,27%), FCC (2,53%), Inmobiliaria Colonial (2,29%), Banco Popular (2,17%), BBVA (2,14%), Banco Sabadell (1,61%) y Santander (1,40%).

De las 35 cotizadas del Ibex, 25 cerraron a la baja. Los avances los encabezó Sacyr Vallehermoso, que tras el castigo de la semana pasada (10,62%) remontó ayer el 0,92%; BME, que subió el 0,89%; y Mapfre, que repuntó el 0,64%. Entre el resto de pesos pesados, Telefónica remontó el 0,51% y Endesa ganó el 0,10%, en tanto que Iberdrola cayó el 0,70% y Repsol YPF, el 1,01%.

Asimismo, el volumen de negocio alcanzó los 6.074,1 millones de euros, de los que 928 millones correspondieron a Telefónica, 861 millones a Santander y 688 millones a BBVA.