El Ibex cayó el 1,85%, y puso en riesgo el suelo de los 8.200 puntos. El plan de estímulo económico de la Administración Obama no termina de gustar, y es que el mercado no considera que sea suficiente para sacar al país de la recesión. Ni el buen dato de las ventas al por menor de ayer permitió contrarrestar el nuevo aumento de las peticiones de subsidio de desempleo y la caída de los inventarios empresariales, la mayor desde octubre del 2001.

Así las cosas, el indicador cerró la jornada con pérdidas significativas. Ninguno de los grandes valores se situó en positivo: Repsol perdió el 3,82% y el Santander, el 2,73%; el BBVA cedió el 2,51%; Telefónica bajó el 1,74% e Iberdrola, el 1,08%. Solo cuatro valores del selectivo terminaron en verde: BME, Bankinter, Fenosa y Criteria, aunque ninguno llegó por encima del 1% de revalorización. Iberia terminó sin movimiento, reflejando así la rebaja del rating crediticio de British Airways al nivel de los bonos basura, que le permitirán defender una participación mayor en la ecuación de canje de la nueva sociedad que se forme con la fusión. Los peor parados fueron Sacyr Vallehermoso (-4,82%), Abengoa (-3,79%), Gamesa (-3,62%) e Inditex (-3,55%).

En el resto del mercado, Vueling, cuyo consejo abordará hoy la fusión con Clickair, terminó registrando un descenso significativo, y cayó el 7,44%, seguida por la industrial Vidrala, que perdió el 7%. Los más alcistas fueron Tudor, que avanzó el 9,68%, y Amper, que se anotó una subida del 3,74%.

En el mercado de materias primas, el barril de petróleo Brent subió ligeramente, hasta situar su precio en 44,50 dólares el barril. El West Texas siguió el camino contrario y retrocedió un 3,12%, hasta 34,80 dólares. El oro continuó siendo el refugio preferido del dinero ante las constantes caídas y la onza de oro subió el 0,55% hasta los 949,70 dólares, aunque llegó a superar la barrera de los 950 dólares. El euro perdió terreno y se cruzó a 1,28 dólares.