Se vuelve a repetir el Déjà vu, con los márgenes de la eurozona ampliándose en medio de conversaciones difíciles sobre Grecia, los mercados de valores bajo presión y el euro elevado obstinadamente a pesar de un BCE flojo y una economía débil. Hasta ahora el último y deseado paquete de Draghi para aliviar la situación, es evidente que no ha logrado el efecto deseado y el drástico aumento de los intereses portugueses en medio del reavivamiento de los temores de la salida de Grecia han hecho resaltar que la eurozona sigue siendo vulnerable a ataques especulativos. Lo que también ha dejado ver el año pasado, no obstante, es que un aumento del activismo del BCE no es la respuesta y, por ahora, un enfoque calmado y el centrarse en poner en marcha lo que ya ha sido anunciado, puede ser lo mejor que Draghi puede hacer para estabilizar los mercados.

A menos de un mes después de que el BCE anunciase un nuevo paquete de medidas de alivio que intentaban tener un gran alcance, el euro está más alto. Todavía no se han puesto en marcha todas las medidas, ya que la compra del bono corporativo está prevista para el mes que viene. Así que quizás es demasiado temprano para decir si el paquete será eficaz a medio y largo plazo. No obstante, los resultados hasta ahora, no son muy alentadores, ya que los movimientos en los mercados solo suponen una dificultad más para los problemas de Draghi, en vez de mostrar ninguna señal de que las medidas del BCE tienen el efecto deseado.

En el frente del mercado de divisas, el EUR sigue alto. Al volver a tener la Fed una postura suave en lo que respecta a la subida de los tipos de interés, la separación entre la postura de la política del BCE y la perspectiva de la Fed no han cambiado este mes y el EUR permanece obstinadamente por encima del 1,13 frente al USD. Al mismo tiempo, el referéndum del Reino Unido sobre su salida de la Unión Europea, hace que el EUR suba frente a la GBP y la postura blanda de Draghi ha sido igualada por Japón, que sigue en curso hacia un mayor relajamiento.

En la última reunión ya se trató un mayor recorte del anunciado en la tasa de depósitos, según se pudo ver en las actas del BCE. No obstante, si la reacción al último paquete de medidas del BCE y también la decepción sobre el anuncio de diciembre de 2015 han mostrado algo, es que la reacción de los forex mercados no depende tanto de la sustancia y el impacto definitivo de los pasos para aliviarlos, sino del efecto que el anuncio tiene en sí. El error de Draghi en diciembre fue que las medidas se enfocaron demasiado en los detalles y no lograron ofrecer unos titulares con garra. En esta ocasión, la decepción por el recorte modesto de las tasas de los depósitos y la sugerencia de que, con suerte, eso podría ser todo lo que hace falta, eliminaron cualquier efecto positivo inicial al anuncio.

Ahora es el dinero helicóptero el que ha cautivado la imaginación del mercado y es probablemente una buena cosa que no escaseen las declaraciones, incluso de las palomas en el BCE, que intenta aplastar cualquier esperanza de que el banco central vaya por ese camino. En el caso de que una mayor flexibilización del BCE no supusiese una gran diferencia y mientras sigan prolongándose las conversaciones sobre el rescate financiero de Grecia, la Fed se vuelva cautamente pesimista y la preocupación por la posible salida del Reino Unido de la UE como consecuencia del referéndum de junio esté en el aire... quizás sería bueno, por ahora, centrarse en lo que ya se ha anunciado, en vez de alimentar expectativas sobre posibles pasos adicionales.