La cancillera alemana, Angela Merkel, espera que de la cumbre salga un programa de trabajo concreto para los próximos 100 días, dirigido a crear una nueva arquitectura financiera internacional. La cancillera cree que la crisis ha creado una presión mundial que hace más probable que se logren resultados concretos. Una de las medidas que lleva Merkel en su cartera es la de crear un mapa de riesgo financiero internacional que permitiría una mayor transparencia en los mercados y una intervención más rápida en caso de una crisis.