Los empleados de las sucursales bancarias "no saben vender productos, porque no están acostumbrados a pelearse por el cliente". Esto es lo que se desprende del último estudio de la consultora Stiga sobre la calidad de las redes comerciales del sector financiero. El informe suspende la capacidad comercial del sector con una nota del 4,79, que sale muy mal amparada en comparación con la de los vendedores de coches (7). "Lo normal en el momento de comprar un coche es preguntar qué otros modelos está mirando el cliente para desmantelarlos; en banca, los productos propios siempre le parecen (al comercial) los peores de la zona", según sostiene Carlos Tercero, responsable del informe. La entidad líder es Deutsche Bank (6,06).