La crisis económica ha entrado de lleno en el mercado laboral español donde, por primera vez en catorce años, se ha destruido empleo y el paro afecta ya a 2.598.800 personas, con una tasa de desempleo del 11,33 por ciento, datos que, según todas las previsiones, empeorarán en los próximos trimestres.

Así, según lo datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en el tercer trimestre de este año el paro aumentó en 217.200 personas, hasta situar la cifra de parados en 2.598.800, la mayor desde 2000.

En los últimos doce meses se han destruido 164.300 puestos de trabajo (78.800 entre julio y septiembre), lo que ha situado el número de ocupados en 20.346.300, lo que situó la tasa de ocupación en el 65,46 por ciento de la población.

En cuanto al número de parados, en los últimos doce meses aumentó en 806.900 personas, hasta situar la tasa de paro en el 11,33 por ciento. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, aseveró que el Ejecutivo es consciente del deterioro del mercado laboral y está en condiciones para afrontar las dificultades, al tiempo que hace todos los esfuerzos para recobrar cuanto antes el camino del crecimiento.

Dijo que la tasa de paro está "fuertemente influida" por el aumento de la población activa ya que 642.600 personas se han incorporado por primera vez al mercado laboral en el ultimo año.

La población en disposición de trabajar en septiembre ascendía a 22.945.100 personas, el 59,95 por ciento de la población, las cifras más altas de la historia, según la EPA.

Aunque De la Vega señaló que todavía quedan meses "difíciles", auguró que la situación podría empezar a remontar el año que viene, cuando se empiecen a notar las medidas puestas en marcha por el Ejecutivo y las que se acuerden en el diálogo social.

Desde Bruselas, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, reconoció que la tasa de paro será mayor que la prevista por el Gobierno a final de año.

Señaló que el aumento del empleo en los servicios en 257.600 personas, no ha sido suficiente para compensar la caída de la ocupación en la construcción, donde se perdieron 354.200 puestos de trabajo. Además, en la agricultura se destruyeron otros 36.300 y en la industria 31.200.

La construcción volvió a tener el mayor número de parados, con 57.600 más que en el trimestre anterior, seguido de los servicios con 47.700, los que buscan su primer empleo (34.900); los que lo perdieron hace un año (22.900), la industria, (27.200) y la agricultura (26.900).

Ante estos datos, el portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, urgió a Zapatero a pedir perdón a los españoles por negar la crisis y ser responsable de la gravedad de esta situación, "que se llama paro" y que requiere medidas de urgencia para evitar una "sangría social".

Para la CEOE, los datos corroboran sus previsiones de que la economía española se encuentra en recesión y lamenta que España haya destruido empleo "por primera vez" en términos interanuales.

El aumento del paro se produjo entre todas las edades, especialmente entre de 25 a 54 años, con 169.300 desempleados más y afecto más a los hombres (170.700 nuevos desempleados), que a las mujeres (46.600).

No obstante, la mayor tasa de paro (17,45%) se dio entre los extranjeros, que sufren especialmente los efectos de la crisis y sumaron 623.100 parados en el tercer trimestre, 43.100 más que en el anterior.

En septiembre, además, había 4.101.500 hogares con todos sus miembros en paro, 47.100 más que en el anterior mientras que el número de hogares con todos sus miembros ocupados sumó 10.483.800, 70.300 menos.

El paro subió en trece comunidades y solo bajó en Aragón, Asturias, Cantabria y Madrid. El secretario general de CCOO, José María Fidalgo también cree que la situación "no acabará pronto" y desde el sindicato consideran que hay un flujo muy importante de inmigrantes que se incorporan al mercado de trabajo y que éste ya no es capaz de absorber.

El secretario general de UGT, Cándido Méndez, advirtió a los empresarios de que no se aprovechen de estos tiempos de crisis para "aligerar" sus plantillas y lamentó que se haya empezado a destruir empleo, algo que no ocurría en España desde hacía muchos años.