El cambio climático se nota no solo en la temperatura sino en los precios de la energía. El barril de petróleo Brent, la calidad de referencia en Europa, descendió ayer hasta el nivel de mediados de junio del 2005, por debajo de los 54 dólares, debido al descenso de la demanda provocado por un invierno muy benigno en el hemisferio norte. Al final del día subió hasta cerrar a 55,18. La tendencia actual apunta a una estabilización del crudo en torno al nivel de 50 dólares, frente a los casi 80 que alcanzó en su punto álgido el año pasado (78,65 dólares el 8 de agosto).

Las mismas circunstancias, a las que se añade un exceso de derechos en el mercado, han propiciado un desplome de la tonelada de dióxido de carbono, por debajo de los 4 euros, una caída de casi el 90% desde mayo pasado. El derecho establecido en la Unión Europea (UE) para reducir la contaminación llegó a situarse casi a 30 euros en primavera.

RIESGOS Y VOLATILIDAD Los expertos coinciden: el factor especulativo ante los riesgos de falta de abastecimiento que hace unos meses castigaba el precio del crudo ha desaparecido. Y se han sumado nuevos factores, como "un invierno en EEUU, el principal consumidor mundial de petróleo, en el que se ha reducido la demanda", dice Gregorio Izquierdo, director del servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE).

Jordi Falgueras, director de análisis de Gaesco, añade los primeros efectos del aumento de las inversiones en refino a escala internacional, que han rebajado el peligro de desabastecimiento. Esta mejora de la oferta se ha producido en un momento en el que la demanda se reduce ante la bonanza climatológica.

Gregorio Izquierdo, del IEE, afirma que las perspectivas de un crecimiento económico global más ralentizado en el 2007 también contribuyen a enfriar la demanda y a pronosticar una estabilización del precio del barril "en torno a los 50 dólares".

En todo caso, persiste la volatilidad y la hipersensibilidad del mercado ante cualquier acontecimiento. Por ello no se descartan nuevas subidas del petróleo si se enquista el conflicto entre Rusia y Bielorrusia o se produce un nuevo problema geoestratégico en el que estén implicados países productores de crudo.

EXCESO ANTES DE ABRIL La misma tendencia bajista de los precios de la energía influye en el mercado de los derechos de emisión de CO2, dice Javier Tordable, director general de la bolsa de derechos de emisión de dióxido de carbono de Barcelona.

En el caso de estos activos financieros se suma, asimismo, la variable de que "en torno a 100 millones de toneladas deben salir al mercado antes de abril del 2008, cuando empieza el nuevo periodo de planes de emisión nacionales", explican fuentes del sector. Aunque el precio de la tonelada de CO2 ha caído casi el 90% desde el nivel que alcanzó en mayo, no se descartan repuntes, ya que las eléctricas, con gran capacidad de compra, precisan derechos y podrían lanzarse a adquirirlos en cualquier momento, augura el sector.

La evolución de este mercado es la contraria de la que previó la UE cuando lo creó. El objetivo era que la tonelada fuera lo suficientemente cara como para que resultara más atractivo invertir en reducir las emisiones que en adquirir derechos para mantenerlas o aumentarlas.

La marcha de la cotización, que en solo dos días se ha desplomado un 27%, no lleva esa dirección y a ello ha contribuido el exceso de asignaciones que algunos gobiernos, como el alemán, atribuyeron a sus industrias nacionales dentro del plan de reducción de emisiones de CO2 para cumplir con el protocolo medioambiental de Kioto.