El barril de petróleo en Nueva York llegó a pagarse a 92,22 dólares, mientras que el Brent londinense subió hasta los 89,30 dólares. Mientras, la moneda europea se acercó a la cota de 1,44 dólares (en Fráncfort cotizó a 1,4389 dólares) por las malas noticias económicas que llegan de EEUU que hacen prever una nueva bajada de los tipos de interés.

La consultora especializada PVM atribuye a una conjugación de diversos factores la fuerte escalada de los precios del petróleo. Entre los factores de esta puja imparable, la consultora cita la llegada del invierno y el considerable e inesperado descenso de las existencias de crudo en EEUU, el mayor consumidor mundial de petróleo.

Al mismo tiempo, los ministros de Petróleo de Argelia y Venezuela han puesto en duda que la OPEP decida otro incremento del bombeo --además del aumento de 500.000 barriles diarios que entra en vigor el día 1-- cuando el grupo se reúna en noviembre. La delicada situación en Oriente Medio, por la presión de Washington a Irán con la imposición de más sanciones para que abandone su estrategia nuclear, es otro de los factores de la subida.