Ala puerta de un cine, un montón de niños esperan a que se abran las puertas para ver Buscando a Nemo. Un padre solitario, perdido entre madres que charlan, intenta llegar al cajero para sacar las entradas reservadas por internet. Huye de las miradas que adivinan que es un divorciado.

Si es usted uno de esos papás, de entre 35 y 50 años, divorciado y con uno o dos hijos, sepa que además de la curiosidad femenina, despierta la de las cajas y bancos. Forma parte de esos "entre 145.000 y 150.000 divorciados que son potenciales compradores de viviendas". La cifra, recuperada por el director general del Santander Central Hispano (SCH), Enrique García Candelas, no tiene un origen estadístico definido, pero es la que acepta el sector inmobiliario.

118.000 RUPTURAS En el 2002 se disolvieron en España unos 118.000 matrimonios, frente a los poco más de 60.000 de 1991, según los datos del Consejo General del Poder Judicial. "Puede que entre disoluciones y separaciones se llegue a esa cifra, pero es mucho suponer que todos los divorciados y separados se van a comprar un piso", explica Yolanda Fernández Pereira, una de las expertas de Analistas Financieros Internacionales (AFI) que ha trabajado en el estudio sobre Estimación de la vivienda en España (2003-2008). En él se confirma que seguirá habiendo demanda en los próximos cinco años, en parte, gracias a separados y divorciados.

"Algunos de los que se separan vuelven con su madre, otros buscan un piso de alquiler. Pero en España estamos aún muy lejos del número de divorcios que hay en la UE", explica Fernández.

En España apenas llegamos a 18 disoluciones por cada 100 matrimonios, mientras que la media de la UE está en 38 divorcios.

"Es verdad que no todos los separados buscan casa, pero hay veces que compran casa los dos divorciados. Ellas se quedan con los niños y, si han encontrado nueva pareja, venden el piso para no tener recuerdos del exmarido. Buscan pisos de buen tamaño", explica Romina Yael, de Tecnocasa.

LOS REQUISITOS "En cuanto a ellos --prosigue--, en la zona de Madrid en la que nos movemos tenemos un importante número de clientes que suelen ser profesionales con dinero que buscan pisos de tamaño grande, para hacer salones diáfanos --tipo loft-- y un dormitorio, baños de lujo... Sí, cada vez hay más divorciados y divorciadas, aunque no sabría decir qué tanto por ciento representan".

El incremento de los hogares de uno y dos miembros, debido en parte a los divorcios, explica la reducción de la superficie de los pisos y refleja los cambios en las familias españolas. "Hoy, el que tiene un piso de 90 metros cuadrados, con dos dormitorios y dos baños en cualquier capital grande --añade Romina-- tiene un buen piso y una buena inversión".