El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, confirmó ayer, tras comparecer en la comisión de economía del Congreso, que la reforma del Plan Prever que entrará en vigor en el 2007 dejará sin bonificación la compra de los vehículos de más cilindrada y los todoterrenos. El Gobierno, que aún no ha concretado a partir de qué cilindrada quedarán fuera del Prever, justifica la reforma por razones medioambientales al ser los coches más contaminantes.

El sector del automóvil ya ha manifestado su rechazo a la modificación. El presidente de la Asociación de Fabricantes (Anfac), Juan Antonio Fernández Sevilla, denunció que "no va en la dirección correcta" porque, a su juicio, "no todo el mundo se ha enterado" de que los objetivos del Prever son mejorar la seguridad vial y potenciar el respeto al medioambiente, no incentivar la venta de coches".

Los concesionarios agrupados en Faconauto avisaron de que la reforma puede perjudicar las ventas de todoterrenos, que han subido un 12,3%. El plan rebaja 480 euros el impuesto de matriculación por la compra de un coche a cambio de dar de baja un vehículo con una antigüedad mínima de 10 años.