El Gobierno no aprobará el próximo viernes el anunciado plan de choque en materia de vivienda por el desacuerdo que existe entre diferentes miembros del Ejecutivo. El problema central reside en las reticencias del vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, a las medidas fiscales y a las ayudas directas que el ministerio de Vivienda quiere destinar a las casas en alquiler.

Cuando todo apuntaba a que el Gobierno aprobaría este plan, la ministra de Vivienda, María Antonia Trujillo, reconoció que el proyecto sufrirá un retraso porque requiere un previo "acuerdo político" en el seno del Gobierno que espera alcanzar en el próximo Consejo de Ministros. Por tanto, las medidas previstas no se podrán aprobar hasta una posterior reunión del Ejecutivo.

Trujillo mandó un aviso al titular de Economía al recordarle que los "ministerios no pactan, se limitan a desarrollar el programa electoral, el programa de Gobierno y el contenido del debate de investidura de José Luis Rodríguez Zapatero" donde el PSOE prometió desarrollar un sistema fiscal "neutro", equilibrado, entre las desgravaciones que disfruta la vivienda en propiedad y las que debería tener la de alquiler para incrementar su parque (escasamente un 11% del total) y fomentar su uso, sobre todo entre los jóvenes.

DISCUSIONES Trujillo lamentó la duración del debate interno al recordar que, desde el primer Consejo de Ministros, el nuevo Gobierno ha discutido cada viernes este plan de choque de medidas urgentes que debe ser el paso previo del futuro plan de vivienda 2005-2008.

Por el momento, los incentivos que ha propuesto la ministra han encontrado el escollo de Economía. Las desavenencias quedaron en evidencia a finales del mes pasado, cuando Trujillo anunció que todas las viviendas protegidas pagarían el 4% de IVA en vez del 7% (las de promoción pública y las especiales ya tienen el tipo superreducido). El vicepresidente la corrigió públicamente al asegurar que ese aspecto no lo estudiaba el Gobierno.

Ahora el problema será lograr una equiparación fiscal entre las desgravaciones que disfruta la vivienda en propiedad (hasta el 25% de rebaja en el IRPF los dos primeros años y luego el 20%) con las de alquiler. La responsable de Vivienda reiteró ayer que el plan de choque destinará ayudas directas para el inquilino y para el propietario además de dotar a éste de mayores garantías para que no se vea perjudicada su inversión, todo "sin ampliar los plazos de alquiler" que ahora están en cinco años.

Por el momento, el 80% de las ayudas públicas se destinan a las desgravaciones fiscales para la compra de la primera vivienda. El sector inmobiliario especula sobre la posibilidad de que el Gobierno las recorte y aplique al alquiler algún tipo de rebaja fiscal además de las ayudas directas anunciadas por la ministra.

Trujillo quiere modificar el real decreto del plan de vivienda vigente para pasar de un objetivo de 110.000 actuaciones anuales a otro de 180.000. La vivienda en alquiler debe representar más del 50% de este objetivo y, el resto, serán viviendas protegidas, sin descartar ayudas a ciertos colectivos para la compra de casas de segunda mano.

Para que los promotores "no tengan excusas" a la hora de iniciar viviendas de protección oficial, el plan aumentará el módulo o precio tasado que aplicarán.

En ningún caso la subida será del 25% como quieren los promotores y dependerá de cada comunidad autónoma porque hay zonas donde el módulo es suficiente, dijo Trujillo.

El secretario general de la asociación de empresas gestoras de cooperativas (Gecopi), Fernando Abad, calcula que una subida de un 10% o un 15% "sería razonable". El precio de la vivienda protegida se ha estancado en los últimos años entre los 72.000 y los 108.000 euros, mientras que, "los costes de la construcción se han multiplicado", dice. El plan eliminará el sistema de subasta de suelo público para que las administraciones no coadyuven al encarecimiento de las casas.

MODULAR LA ALARMA Por otro lado, la ministra pidió a los promotores que no den credibilidad a la información que dan "ciertas instituciones" y que "pretenden crear alarma" sobre una supuesta burbuja inmobiliaria. No hace mucho, el Banco de España avisaba sobre el riesgo de esta sobrevaloración de las casas. "Confío en que el sector sabrá modular estas informaciones alarmistas", dijo la ministra.