No hay mejor reclamo que ahorrarse hasta 45 céntimos de cada euro invertido. El atractivo fiscal singular de los planes de pensiones adquiere este año una enorme dimensión por los cambios en el impuesto sobre la renta (IRPF) que entrarán en vigor a partir de enero.

Las entidades financieras, que quieren aumentar las captaciones para aumentar el volumen total de patrimonio gestionado, inferior a del 2005, se vuelcan en explicarlo a los ahorradores que realizan una gran proporción de sus aportaciones en los últimos meses del año para beneficiarse de las ventajas tributarias de cara a la declaración de la renta que se presentará la próxima.

Los cambios del IRPF, que regirán a partir de enero, son un gancho. "Este año existe la oportunidad de incrementar las aportaciones hasta alcanzar el tope permitido para aprovechar al máximo los cambios", explican fuentes de La Caixa. Según Hacienda, la aportación media que se deducen los contribuyentes es de 1.700 euros anuales.

APROVECHAR EL CAMBIO En noviembre se aprobará en el Congreso la reforma fiscal. Con ella se suprimirá la reducción del 40% de la que se benefician ahora las prestaciones de planes de pensiones cobradas en forma de capital. La reducción estará vigente hasta el 31 de diciembre.

La filosofía de la reforma tributaria es estimular el rescate de los planes mediante rentas periódicas o vitalicias. El cambio legal será también un gancho para mejorar una campaña floja y que arroja una rentabilidad media del 3,45% en el último año, pero que ofrece pérdidas en los planes más conservadores. El patrimonio acumulado hasta septiembre por los planes individuales fue 2.000 millones de euros inferior al de un año atrás.

Javier de Antonio, de Winterthur Vida y Pensiones, destaca que "los planes de pensiones siguen siendo el producto más atractivo a largo plazo". Este año mantienen el límite general de aportación deducible de 8.000 euros por partícipe y año. Esta cifra alcanzará los 10.000 en el 2007 y los 12.500 euros anuales para los mayores de 50 años.

Winterthur ha iniciado la campaña de captación de planes de pensiones con premios a las aportaciones que van desde dinero en efectivo hasta el jamón de Jabugo con que obsequia cada año. Son precisamente estos obsequios los que ha criticado en más de una ocasión la dirección general de Seguros, al entender que las entidades deben reducir las comisiones que cobran.

Con el nuevo IRPF, la fiscalidad perderá protagonismo en favor de la rentabilidad. Todas las rentas procedentes del ahorro, desde los intereses bancarios hasta las plusvalías, pagarán un tipo fijo del 18%, con independencia del periodo de tiempo en el que se hayan generado.