El vicepresidente económico, Pedro Solbes, confirmó ayer que la primera decisión económica que tomará el nuevo Gobierno será aprobar la rebaja fiscal de los 400 euros para los asalariados, pensionistas y autónomos. El primer Consejo de Ministros de la legislatura, que si se cumplen los plazos previstos tendrá lugar a finales de abril, dará así luz verde a la promesa electoral estrella de José Luis Rodríguez Zapatero.

Solbes, que repetirá cargo en el nuevo Ejecutivo, se mostró convencido de que la medida tendrá un efecto inmediato en las economías domésticas. "Se reducirán las retenciones en las nóminas, mejorando así la renta disponible de las familias, lo que será positivo para afrontar el pago de las hipotecas y de los mayores precios", apuntó en un encuentro virtual en El País.com.

CARACTER PERMANENTE La deducción en la cuota del impuesto de la renta que se retiene del sueldo tendrá caracter permanente (a partir de ahora se aplicará todos los años) y efecto retroactivo desde el 1 de enero de este año. Fuentes del Ministerio de Economía apuntaron que la medida entrará en vigor en la nómina de junio, es decir, que ese mes se retendrán 200 euros menos a cada trabajador (correspondientes a los primeros seis meses del año). A partir de entonces, la rebaja mensual será de unos 33,33 euros.

El vicepresidente añadió que la otra prioridad económica del nuevo Ejecutivo es aprobar la ampliación gratuita y voluntaria de las hipotecas para las personas en situación más acuciante. Su departamento, según explicó, está trabajando en la "definición de familias con especiales dificultades", que son las que se beneficiarán del trato de favor. Solbes reconoció que todavía tiene pendiente negociar la iniciativa con bancas, notarios y registradores. Pero garantizó que los beneficiarios podrán ampliar el plazo del préstamo sin costes.

El vicepresidente también se refirió a la elevada inflación (4,4% según el dato adelantado de febrero). Como en la campaña, dijo que parte del problema se debe al alto nivel de los precios internacionales del petróleo y los alimentos, en los que el Gobierno poco puede hacer.