La desaceleración económica está haciendo mella en los ingresos del Estado y la tendencia se acentúa a medida que pasan los meses. En abril, la recaudación por IVA obtuvo una estrepitosa caída del 19,7% (del 10,2% en el conjunto de los cuatro primeros meses) que el secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, atribuyó a la menor actividad de las pequeñas y medianas empresas (sobre todo, a las relacionadas con el sector inmobiliario), ya que los ingresos ligados a las grandes compañías siguen creciendo, aunque de forma débil. En conjunto, los ingresos del Estado cayeron el 20,5% en abril (descenso que se limita al 4% si no se tiene en cuenta el impuesto de sociedades, que este año está sujeto a un calendario de pagos diferente) y el 5,2% en el cuatrimestre (que se transforma en un leve incremento del 0,8% si no se tiene en cuenta el impuesto de sociedades ni la previsible desaceleración de los beneficios). Ocaña reconoció que esta es la primera pérdida de recaudación que se produce desde 1993, cuando la economía española entró en recesión.

Como resultado de la debilidad de los ingresos y del incremento de los pagos (una subida del 5% que se eleva al 12% si se tienen en cuenta los compromisos reconocidos), el superávit del Estado se ha reducido a menos de la mitad. En términos de Contabilidad Nacional, se ha pasado de un excedente de 20.175 millones en el primer cuatrimestre del 2007, a 8.907 millones de euros (el 55,9% menos). O, lo que es lo mismo: se ha pasado del 1,92% del PIB al 0,79% (algo menos de la mitad).

SITUACION DE EQUILIBRIO El secretario de Estado de Hacienda defendió que las cuentas del Estado siguen disfrutando de una "posición cómoda", pero admitió que a final de año quedarán "en el entorno del equilibrio", tras tres años de superávit, en lugar del excedente presupuestado del 0,4% del PIB para el 2008. Otra cosa serán las cuentas de la Seguridad Social, cuyo superávit hasta abril, de 12.855,3 millones de euros, es el 19,7% superior al del mismo periodo del 2007. Ocaña atribuyó la caída del superávit estatal a la desaceleración, que está afectando de forma muy especial al sector inmobiliario, así como al alto precio del crudo, "que está incrementado los costes empresariales y reduciendo sus beneficios".

"La recaudación refleja esto de forma precisa", añadió Ocaña. De ahí, la caída más acentuada en el IVA procedente de las pymes (que llega al 15,7% en el cuatrimestre), así como el retroceso del 3,1% en la recaudación del impuesto especial sobre hidrocarburos (el 7,9% solo en el mes de abril), que refleja el menor consumo de carburantes ante el incremento de los precios.

Frente a la debilidad de los impuestos indirectos (ligados al consumo), el impuesto sobre la renta da muestras de "fortaleza", con un crecimiento del 9,2% en el cuatrimestre (el 5,2% en abril), que refleja la mayor recaudación por retenciones sobre unos salarios que han crecido el 4,3% tras incorporar la cláusula de revisión por la inflación del año pasado. También suben las retenciones sobre el capital (37,3%).