Tras dos semanas de reflexión, UGT y CCOO están ya en disposición de afirmar que será imposible pactar en primavera una reforma del mercado laboral sobre la base de la propuesta que hizo pública el Gobierno el pasado 15 de marzo. A juicio de las ejecutivas de estos dos sindicatos, el documento elaborado por el Ministerio de Trabajo es "inútil", "desequilibrado" y "sesgado a favor de la patronal".

CCOO y UGT se desvincularon desde el primer momento del Documento para el diálogo social sobre el mercado de trabajo que les presentó hace 15 días el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, pese a que el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, aseguró que incluía sus demandas. Entonces, las centrales se apresuraron a aclarar que las propuestas "sólo eran del Gobierno" y que se reservaban para más adelante una opinión más fundada.

EL COSTE DEL DESPIDO Tras analizar el texto, UGT y CCOO han resuelto rechazar formalmente la propuesta del documento donde propone generalizar el contrato de fomento del empleo con 33 días de indemnización por año trabajado a todos los nuevos trabajadores indefinidos. UGT recuerda "que la reforma de 1997 tenía como fin convertir temporales en fijos, pero el Gobierno intenta ahora que todos los indefinidos pasen de 45 a 33 días de indemnización". Asimismo, ambos sindicatos han comunicado a Caldera que tampoco están de acuerdo en que se revise el régimen de extinciones de contrato por causas económicas como propone el texto.

Para CCOO y UGT el problema del mercado de trabajo no es el coste del despido ni la solución es subir la indemnización de los contratos temporales. "¿Qué ganamos con este sobrecoste si la mayoría de los contratos temporales duran menos de un mes y si, encima, se nos propone bajar la indemnización de los trabajadores estables?", se pregunta un responsable de CCOO en la mesa de negociación.

Las incógnitas de los sindicatos también se trasladan a la propuesta del documento donde se plantea la posibilidad de aumentar los periodos de prueba del contrato indefinido, hoy establecidos en dos meses para los no titulados y en seis meses para los trabajadores con título. Para la ejecutiva de UGT esta medida, "sencillamente, no tiene ni pies ni cabeza".

El rechazo sindical también se extiende a la posibilidad de revisión de los tipos de cotización de los contratos. CCOO explica que "el Gobierno quiere un sumatorio cero, subir la cuota de los temporales y bajar la de los fijos, pero la negociación no se puede centrar en la aproximación de costes entre ambos contratos porque es una solución reduccionista que no atiende al problema del mercado de trabajo". UGT añade que no se puede seguir dando regalos a los empresarios con el recorte de las cuotas de los fijos.

Como conclusión, UGT dice que "el documento es muy desequilibrado y se aleja del modelo socialista basado en el cambio del sistema de producción y en el empleo de calidad". Así, el texto "no será el del futuro acuerdo porque, tal y como lo plantea el Gobierno, el problema del mercado de trabajo sólo sería de costes laborales y eso no es así".

La ejecutiva de CCOO coincide en que el "documento es inútil", no es "un texto para el acuerdo sino un guión sesgado a favor de los empresarios. O el Gobierno entiende que el problema va más allá de los costes laborales y exige una discusión global o no será posible el cerrar un pacto".

LAS CLAVES UGT y CCOO presentarán a mediados de abril sus propuestas. Creen que la clave para reducir el paro y la temporalidad está en actuar sobre los colectivos que más lo padecen: mujeres y jóvenes. Pedirán regular la subcontratación, el contrato de obra y servicio, el fijo discontinuo, el fijo a tiempo parcial y evitar encadenar contratos.