Una de las fotos más vistas ayer no fue la de Obama con Hu Jintao, sino otra con más morbo: la que recogía alguno de los regalos que el inquilino de la Casa Blanca había recibido el año pasado y que, por imperativo legal, deben ir al Archivo Nacional de EEUU. De anteriores visitas consta una foto de los Obama bordada en seda obsequiada por Hu o una guía de Barcelona obsequiada por Zapatero cuando acudió a rezar junto al líder mundial.

Dada la fluida relación entre banquero y acreedor, que esa es la relación metafórica entre Hu y Obama según las crónicas de la visita de estos días, el otro obsequio del mandatario chino es el que conocieron a última hora del miércoles los mercados, y no para archivarlo, sino para cotizarlo: el PIB anual de la potencia asiática, flamante segunda economía del mundo desde el 2010. Creció el 10,3% el año pasado, dos décimas más de lo previsto. La noticia ya había marcado durante la madrugada las pérdidas en los mercados asiáticos, por temor a que China endurezca su política monetaria para contener la inflación (3,3%) que acompaña al alto crecimiento.

A la envidia por la robustez del visitante chino se añadieron algunos datos más modestos, como que las solicitudes de desempleo se han reducido la última semana y que ese índice ya lleva un mes así. Y también que las ventas de viviendas subieron más de lo esperado: 5,28 millones en diciembre, casi medio millón más de lo previsto. Pero ni por esas: el mercado tenía decidido que no se iban a contagiar de los aromas chinos y, a media sesión, se impuso el escepticismo marcado por el índice de la Reserva Federal de Filadelfia, que mide la evolución de las manufacturas.

Nada que ver con lo sucedido en la bolsa española, que por una vez eligió la senda propia sin necesidad de replicar lo que cotice Wall Street.

El corro español empujó ayer al Ibex hasta los 10.636 puntos (80 más que el miércoles), con una subida del 0,76% que hace remontar hasta el 7,78% las ganancias acumuladas en las tres semanas que llevamos del 2011. A la mejora del índice contribuyó especialmente la subida de cotización de los bancos, de manera especial Banco Popular, Banco Sabadell y Bankinter. Y los grandes valores subieron: BBVA, el 1,35%; Iberdrola, que compró la brasileña Elektro, el 1,3%; Repsol, el 0,79%; Banco Santander, el 0,69%; y Telefónica, el 0,61%. Gamesa fue la que más perdió, al bajar el 2,92%; seguida de Amadeus, con un descenso del 2,84%; Acerinox, un 2,04%; e Iberia, que a partir del lunes pasa a llamarse IAG, el 1,92%.