La Reserva Federal (Fed) de EEUU decidió elevar ayer los tipos de interés un cuarto de punto, hasta situarlos en el 3%. Pese a ser el octavo movimiento del precio del dinero desde que el Comité del Mercado Abierto inició las subidas en junio del 2004, el organismo que preside Alan Greenspan dijo ayer que no descarta nuevas alzas "graduales".

"La política monetaria se mantiene acomodaticia", afirmó el comunicado oficial dado a conocer tras la reunión del Comité, que fundamenta su decisión en la expectativa de que la inflación subyacente sigue controlada. La decisión de la Fed fue recibida con cierto optimismo en la Bolsa de Nueva York, que había permanecido a la baja durante la primera parte de la sesión.

INQUIETUD EN EL MERCADO En los mercados había cierta inquietud sobre la posibilidad de que la Fed confirmara las preocupaciones de los inversores. Los datos que apuntan a un debilitamiento de la economía han puesto sobre el tapete hasta dónde la Reserva Federal está dispuesta a elevar los tipos de interés. Los malos resultados de IBM y General Motors, el descenso en el número de viviendas iniciadas en EEUU, las débiles ventas minoristas en marzo y un crecimiento del PIB por debajo de lo esperado en el primer trimestre del año sugieren un cambio de política monetaria.

Además, las presiones inflacionistas provocadas por los precios del petróleo no han cesado, con lo que, para algunos economistas, la economía estadounidenses puede dirigirse hacia un periodo de estanflación, elevado paro, poco crecimiento y precios al alza. Ante semejante situación, no es previsible que la Fed mantenga el incremento gradual de los tipos mucho tiempo.

El hecho de que el comunicado de ayer conserve el lenguaje habitual, en el que desde hace un año se habla de incremento gradual o "mesurado", da a entender que el organismo se considera capaz de controlar la inflación mediante el mecanismo monetario sin causar una debilidad en el crecimiento económico. "El término gradual ya ha perdido su función y no limita la acción del Comité", señaló David Resler, economista jefe de Nomura Securities en Nueva York.

PRESION INFLACIONISTA La Fed reconoce que "la presión inflacionista se ha elevado en los meses recientes", pero los datos más próximos sugieren que "el sólido ritmo de crecimiento del gasto se ha desacelerado, en parte como respuesta al incremento de los precios energéticos", se señala. El organismo insiste en que el crecimiento sostenible y la estabilidad de precios son equilibrados, mientras que el mercado laboral "aparentemente sigue mejorando".