La gestación de los viejos modelos de Seat, desde el primer boceto hasta su lanzamiento comercial, tardaba un mínimo de 28 meses. Con la puesta en marcha de un nuevo centro de prototipos en Martorell (Barcelona), en el que la filial española de Volkswagen ha invertido 10 millones de euros, el plazo se ha reducido a 24 meses, con el consiguiente ahorro en costes y la mejora de la competitividad.

En el centro de prototipos de desarrollo inaugurado ayer por el consejero de Innovación, Universidad y Empresa de la Generalitat catalana, Josep Huguet, trabajan 300 profesionales entre los que predominan los ingenieros. Unos 200 proceden del Centro Técnico de Seat, en el que ya trabajan en la investigación y el desarrollo. Los otros 100 son técnicos especializados en procesos de producción que se encargan de adaptar la cadena de montaje a los nuevos modelos.

En la visita inaugural de ayer a las nuevas instalaciones, ubicadas en un antiguo taller de 17.000 metros cuadrados a pie de fábrica, había algunos de los modelos de futuro de Seat, aunque tapados con una lona. Entre ellos estaba la berlina que sustituirá al Toledo a partir del 2009.

REVISION ESTRATEGICA Mientras Seat estrenaba centro de prototipos, el fabricante estadounidense de automóviles Ford admitió ayer que estudia vender su filial sueca Volvo, aunque señaló que no está en negociaciones con ningún grupo interesado en la compra. Ford enmarcó la posible operación en una revisión estratégica de sus actividades en el segmento de gama alta y lujo.

El portavoz de Ford salió al paso de las informaciones de la prensa de EEUU, que avanzaban el interés del grupo por vender Volvo junto a Jaguar y Land Rover. Estas ventas permitirán a Ford recaudar fondos para financiar su reestructuración en Norteamérica, región en la que el año pasado registró una pérdida neta de 9.141 millones de euros.

Con la amenaza de ceder el segundo puesto en el mercado de Estados Unidos a manos de la japonesa Toyota, Ford puso en práctica un plan que incluye el cierre de 16 plantas de aquí al 2009 y la supresión de 44.000 puestos de trabajo en Norteamérica, junto a la reducción de su gama de productos.

Algunos analistas indicaron que Ford podría ingresar 5.800 millones de euros por la venta de Volvo, que adquirió en 1999 por 4.700 millones. La suma a recibir por Volvo se agregaría a unos 7.256 millones por la venta de Jaguar y Land Rover.

Ford ya vendió el pasado marzo la marca británica de automóviles deportivos Aston Martin a un consorcio británico por 671 millones. Una eventual venta Volvo no significaría el retiro de Ford de Europa, ya que el grupo, con fábrica en Valencia, prevé invertir cerca de 653 millones de dólares para modernizar una planta en Rumanía.