La rebaja de la cifra de despidos en Seat de 1.346 a 660 impulsó ayer la consecución de un acuerdo sobre el expediente de regulación de empleo. Esta disminución es superior a la cifra de 700 despidos manejada hasta ahora tras la aplicación de las medidas alternativas pactadas con los sindicatos.

Los sindicatos aspiraban a arañar todavía una disminución más importante de los despidos hasta situarla en 500 o 600 personas, aunque la compañía reiteró su rechazo a las prejubilaciones a partir de los 58 años por razones organizativas y económicas. En la anterior crisis de Seat, en 1993 y 1994, la filial del grupo alemán Volkswagen sí aceptó las prejubilaciones y las suspensiones temporales de contratos para resolver el grave agujero económico sin despidos.

Tras la reducción de las extinciones de contrato forzosas, la reunión se centró en las condiciones en las que los afectados abandonarán la compañía. El punto de partida fueron los 30 días de sueldo por año de trabajo ofrecidos por la dirección de Seat, mientras que los sindicatos pedían más de 45 días.

Los trabajadores despedidos tendrán la posibilidad de regresar a Seat, en un periodo que puede oscilar entre los dos y los cinco años, si la compañía necesita aumentar la plantilla.

La principal medida para reducir la cifra de despidos es la ampliación en cinco días del mecanismo interno de flexibilidad para rebajar la producción y el perdón del sueldo de otros cinco días, que permite una rebaja de 390 personas en el expediente de regulación de empleo.

INCENTIVOS Más de 200 empleados solicitaron las bajas y excedencias voluntarias, incentivadas con un máximo de 78.000 y 30.000 euros, respectivamente. Las dos partes también acordaron la jubilación obligatoria a los 65 años y la jubilación anticipada a partir de los 60 años, lo que afecta a unos 80 empleados.

En la recta final de la negociación, la unidad del comité se rompió cuando UGT y CCOO, los dos sindicatos mayoritarios, realizaron una propuesta conjunta en la que se aceptaban despidos, una medida rechazada por la CGT. Varios cientos de trabajadores convocados por esta central sindical se manifestaron ayer frente a la sede del departamento catalán de Trabajo, donde se negociaban los despidos.

Durante la negociación, iniciada el pasado 4 de noviembre, cuando se presentó el expediente de regulación de empleo, los sindicatos han tenido que soportar una fuerte presión por parte de la dirección, que indicó que la viabilidad de la empresa dependía de los despidos y amenazó con dejar morir la empresa congelando las inversiones.