El vicepresidente segundo, Pedro Solbes, reconoció hoy que la tasa de inflación de enero, del 4,3 por ciento, es una "mala cifra", aunque advirtió que los datos del IPC conocidos hoy muestran que los precios de algunos alimentos "han tocado techo".

En la rueda de prensa del Consejo de Ministros, Solbes consideró que, en cuanto a la tasa de inflación, también "estamos prácticamente tocando techo" en España y en Europa y habrá una "desaceleración clarísima" de los precios de consumo a partir de marzo o abril. Por eso se mostró convencido de que la inflación española estará por debajo del 3 por ciento a final de año y la europea se situará en torno al 2 por ciento.

Insistió en que la alta tasa de inflación es "más consecuencia de un contexto internacional que de problemas específicos españoles", aunque reconoció que el diferencial de precios con la zona euro, de 1,2 puntos, sigue siendo una "asignatura" pendiente "a la que hay que prestar atención".

Al analizar los datos del IPC, el ministro de Economía y Hacienda recordó que los datos publicados por el INE muestran una mejor evolución en los precios de los alimentos, algunos de los cuales "han tocado techo" y recordó en este sentido la leche, que se ha abaratado "un punto" respecto a diciembre.

Solbes recordó asimismo que la inflación subyacente -que excluye del índice general los alimentos frescos y la energía- ha bajado su tasa interanual en dos décimas y un punto en el último mes, y confió en que siga "cayendo" en los próximos meses. El vicepresidente recordó asimismo que las altas tasas de inflación actual se están registrando con un precio del barril de petróleo de 72,5 dólares -media de 2007- frente a los 28,8 dólares que costaba en 2003.

Solbes recordó que el Banco Central Europeo toma sus decisiones de política monetaria teniendo en cuenta las expectativas futuras de inflación. Aunque se espera que la inflación española y europea bajen en los próximos meses, Solbes consideró una conclusión "excesiva" pensar que el BCE pueda estar pensando en tener un "comportamiento equivalente" al de la Reserva Federal. Añadió que la bajada de la inflación prevista "abre más posibilidades de reducción de tipos" pero es el BCE el que debe decidir si hay "otros elementos" a tener en cuenta.