El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, prevé que la economía española "toque fondo a lo largo de 2009", y se ha mostrado confiado en que después iniciará "una gradual reactivación". En el Pleno del Congreso de los Diputados, que debate los presupuestos generales del Estado (PGE), Solbes estima que en la primera mitad de 2009 la "debilidad económica se intensifique, para comenzar a remitir en el segundo semestre". El ministro ha reconocido que la "validez" de la previsión de que el PIB crezca un 1% en el 2009 "dependerá en gran medida de la evolución del contexto económico internacional y de cómo se desenvuelvan los mercados". Por ello, ha considerado "poco útil y ciertamente desaconsejable" hacer una revisión de las previsiones de crecimiento de la economía española. Solbes ha comentado que "en las últimas semanas se han deteriorado las previsiones de crecimiento mundial" y la evolución en el 2009 está sujeta a "gran incertidumbre", por lo que es "difícil hacer pronósticos precisos". En todo caso, el vicepresidente segundo sí ha reconocido que "las principales economías desarrolladas se encuentran en un serio riesgo de recesión". "Gravedad de la situación a corto plazo"Sin negar "la gravedad de la situación a corto plazo", Solbes ha pedido "confianza en la capacidad de recuperación de la economía española", y ha asegurado que no tiene "ninguna duda" de su "enorme potencial de cara al futuro". El ministro ha admitido que le "preocupa" el coste que la crisis tendrá en el crecimiento y en el empleo, aunque ha reiterado que las medidas tomadas por el Ejecutivo mitigarán "los costes" de la crisis.Por otra parte, Solbes ha querido dejar claro que el déficit de las cuentas públicas "debe ser adecuadamente controlado para que no ponga en riesgo la senda de equilibrio que en el futuro que nuestra economía debe mantener". El ministro ha defendido que los presupuestos que hoy defiende son "el primer paso para recobrar la senda de equilibrio". El vicepresidente ha apuntado que las cuentas públicas cerrarán el 2008 con un déficit del 1,5% del PIB para el conjunto de las administraciones públicas.