El fondo de 30.000 millones de euros (ampliable a 50.000 millones) que creará el Gobierno para inyectar liquidez a bancos y cajas "no costará ni un céntimo a los contribuyentes", enfatizó ayer el vicepresidente económico, Pedro Solbes. "Es una operación que se autofinancia", añadió Solbes en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera para desmentir los comentarios sobre que el plan será gravoso para los contribuyentes.

Con una mano, el Tesoro tomará dinero de los inversores (emitiendo deuda pública) y con la otra, lo prestará a bancos y cajas de ahorro (a cambio de cédulas hipotecarias) y les cobrará un tipo de interés mayor. Por ello, explicó Solbes, la operación no debería tener ningún coste para el contribuyente, sino, quizá, lo contrario. El impacto presupuestario será "prácticamente nulo", dijo el vicepresidente.

El Gobierno insiste en que, a diferencia del Plan Bush, la iniciativa española no es para salvar o rescatar bancos, sino para estimular la actividad económica, por la vía de que las entidades hagan llegar más créditos a familias y empresas. Según Solbes, la decisión no responde "a un programa de apoyo a las entidades financieras por razón de solvencia", ya que "no hay necesidad de este tipo de actuación".

RESPALDO DEL SECTOR Los presidentes de las patronales de banca y cajas de ahorros, AEB y CECA, se reunieron ayer con Solbes para conocer los detalles de un plan cuyas líneas generales fueron tratadas dos días antes, y de forma confidencial, en el encuentro del presidente Rodríguez Zapatero con representantes de las mayores entidades. AEB y CECA opinaron que la medida servirá para paliar en parte el problema de financiación de la economía española.

La ventanilla del Tesoro permanecerá abierta a bancos y cajas hasta que se agote el montante dispuesto (de hasta 50.000 millones) o hasta que se normalicen los mercados internacionales y las entidades puedan captar fondos a largo plazo sin problema y a un mejor precio. Si se inyecta la totalidad de los 50.000 millones, el nivel de deuda pública pasará del 38,8% del producto interior bruto (PIB) actual al 43,2%, pero aún será unos 15 puntos inferior a la media europea.

DEBATE PARLAMENTARIO El Consejo de Ministros aprobará este viernes la creación del fondo. No está claro si será preciso una norma con rango de ley (un decreto ley, por ejemplo), de obligada tramitación en el Parlamento. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tampoco lo aclaró ayer, cuando fue interpelado al respecto en Córdoba. En todo caso "es evidente que va a haber debate parlamentario", añadió el presidente, ya que el ministro Solbes comparecerá en el Congreso.

Tampoco está claro si es posible introducir algún tipo de cautela que garantice que bancos y cajas usan estos fondos para dar más préstamos, en lugar de guardárselo en prevención de una sequía más duradera de los mercados financieros. Esta es la principal sombra que el PP ve en el plan. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, pidió una comisión de transparencia en el Congreso para "controlar" las operaciones relacionadas con el fondo, informa Gemma Robles. De Cospedal dijo que el PP quiere saber "a quién va a parar el dinero de los contribuyentes". Zapatero se mostró dispuesto a "tratar todas las características del fondo para lograr el apoyo del PP".