Los sindicatos CCOO y UGT fueron ayer casi los únicos que mantuvieron sus críticas a la última propuesta del Gobierno sobre la reforma laboral ya que el silencio que el pasado lunes guardó la CEOE se tornó en respaldo a las iniciativas para aliviar a los empresarios del coste del despido en los nuevos contratos.

El Ejecutivo trató de contrarrestar las interpretaciones erróneas surgidas a raíz de una redacción confusa y de la falta de explicaciones en el encuentro a tres bandas del pasado lunes. "Es una herramienta más de trabajo", dijo la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, tras reiterar que la reforma laboral "no recortará los derechos de los trabajadores". Y el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, sin aclarar las confusiones, rechazó que se produzca un abaratamiento del despido.

Sin analizar tampoco las propuestas concretas en espera de futuros ajustes --el documento entregado por Trabajo es la base de una nueva fase de negociación--, el vicepresidente de la CEOE, Juan Rosell, fue receptivo al guiño del Gobierno sobre las condiciones del despido para los futuros contratos. "Es un buen documento de partida", dijo Rosell, poniendo voz a la CEOE, que desde febrero ha sido cautelosa en sus valoraciones aunque ha tenido que renunciar a propuestas que eliminaban indemnizaciones por despido en los nuevos contratos para jóvenes.

ACUERDO CUANTO ANTES Rosell reclamó a las partes implicadas que sean capaces "de apostar y arriesgarse" para lograr un acuerdo cuanto antes como, a su juicio, reclama la sociedad, "para empezar a crear puestos de trabajo". Los sindicatos también tienen asumida esta idea, pero no ven que el camino sea la reducción de las modalidades de contratación estable o la extensión de los contratos de fomento del empleo que tienen limitada la indemnización por despido a 33 días por año trabajado.

Al líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, no le gusta "el tono y la música" de un documento con "algunas ocurrencias" porque, a su juicio, "precariza" la contratación y las condiciones de trabajo.

El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, rechazó que se extendiera el llamado modelo austríaco como nueva fórmula para crear un fondo que cubra toda la vida laboral del trabajador para cobrar la indemnización por despido.

EL RESPALDO POLITICO Desde la oposición política, Mariano Rajoy no dio un respiro al Gobierno socialista y calificó su propuesta de "inconcreta e insuficiente" porque solo recoge generalidades, aunque no se descarta que finalmente aplauda un hipotético acuerdo social. En todo caso, el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, cuenta ya con la buena disposición de ERC, cuyo portavoz en el Congreso de los Diputados, Joan Ridao, calificó la propuesta gubernamental de "estimable".