El coste laboral bruto para las empresas ubicadas en España se mantiene por debajo de la media europea pese al aumento de los últimos años y representa menos de la mitad de lo que se paga de media en el Reino Unido, Holanda y Alemania. Según un estudio de Adecco e IESE, la remuneración española (21.500 euros anuales) supera siete veces la de los países del Este que cierran el ránking. Bulgaria y Rumanía tienen a los trabajadores más pobres, con 2.862 euros y 5.479, respectivamente.

El informe destaca la tendencia a reducir distancias entre pobres y ricos por el aumento de los salarios en el Este. El profesor de IESE Diego Barceló destacó que "el principal problema de España no es el aumento del nivel salarial, sino una productividad estancada durante 10 años que ha subido con la crisis por la destrucción de empleo". En la parte positiva, la diferencia de salarios entre hombres y mujeres en España bajó 3,6 puntos y se situó en el 34,4% en el 2008, con lo que fue el cuarto país con mayor brecha por sexo.