La tarifa eléctrica para el conjunto de clientes (domésticos e industriales) subirá una media de un 10% en el 2007, el mayor incremento de los últimos 20 años, según han informado fuentes conocedoras del real decreto que aprobará el Gobierno en el último Consejo de Ministros del año.

Esta nueva subida del recibo de la luz, que persigue acabar con el déficit tarifario y concienciar a los consumidores de los precios de la energía, se aplicará en dos tramos: una subida del 6% en enero y la otra del 4% en julio, aunque las tarifas serán revisadas trimestralmente y se realizarán ajustes si los precios de las materias primas fluctúan de forma significativa.

La mayoría de los consumidores particulares, unos 20 millones, que están acogidos a la tarifa 2.0 --va desde los 775 vatios hasta los 15 kilovatios (KW) de potencia contratada--, tendrán que soportar una subida media del 6% de la tarifa eléctrica en 2007, también en dos fases.

Diferentes tipos de consumidores

La tarifa 2.0 o doméstica contempla una horquilla muy amplia de consumidores, por lo que el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio estratificará perfiles de usuarios dentro de esta tarifa, que pagarán en función de la capacidad contratada.

El departamento que dirige Joan Clos entiende que los consumidores con menor capacidad contratada son los que tienen menos recursos disponibles, aunque el secretario de Energía, Ignasi Nieto, ha reconocido que no es un criterio muy objetivo.

En concreto, para los consumidores acogidos a la tarifa 1.0 --tarifa social--, que se aplica para una capacidad contratada menor de 775 vatios (tan solo unos 135.000 consumidores), el precio de la luz subirá en la medida en que lo haga el IPC.

Grandes empresas industriales

No obstante, los consumidores más castigados por esta fuerte subida de la tarifa de 2007 serán las grandes empresas industriales, que absorben el 65% del consumo de energía, que hasta el momento están sujetos a una tarifa subvencionada por el Ejecutivo. En concreto, los consumidores industriales tendrán que soportar una subida del precio de la luz del 15% en su tarifa actual.

Las eléctricas y el propio Gobierno han reconocido que la luz tendría que subir un 30% para que la tarifa recogiera el precio real de los costes, aunque ya se ha desechado esta posibilidad por el perjuicio social que podría generar.