La bolsa española sucumbió ayer al miedo a la existencia de nuevas víctimas en el sector financiero y a que otros bancos sigan los pasos de Lehman Brothers o sufran las dificultades de la aseguradora AIG o el banco británico HBOS. Después de haber saboreado una subida de hasta el 1,81%, con los bancos en positivo, el Ibex 35 se despeñó, con una caída del 2,29%, arrastrado por el descenso de la mayoría de los valores, sobre todo de la banca. El índice español bajó a 10.661,40 puntos, un nivel que le devuelve a diciembre del 2005. En Europa, con el euro en 1,41 dólares, Milán bajó el 2,52%; el índice Euro Stoxx50 retrocedió el 2,26%, con toda la gran banca europea en su contra. Londres bajó el 2,25%; París, el 2,14%, y Fráncfort, el 1,75%.

El cierre en positivo del día anterior en Wall Street se trasladó primero a Tokio, que ganó el 1,2%, y después a Europa, cuyas bolsas abrieron en positivo. Luego llegó la suspensión de la negociación en la bolsa rusa y la previsión de que Wall Street abriría a la baja y las ganancias se esfumaron. A ello contribuyó, además, la caída del 6,2% de la construcción de nuevas viviendas en agosto en EEUU y el aumento del déficit corriente de este país hasta el 5,1% del PIB.

En España, de los grandes valores, el Santander perdió el 5,58%; el BBVA, el 3,97%; Iberdrola, el 1,41%, y Telefónica, el 0,3%. En el sector de la banca, además, Banesto perdió el 5,26%; el Banco Popular, el 3,05%; el Banco Sabadell, el 2,58%, y Bankinter, el 1,83%.

En el Ibex subieron seis empresas, con Inditex a la cabeza al ganar el 0,94%, tras publicar un aumento del 3% de su beneficio semestral. Mapfre avanzó el 0,69%; Cintra, el 0,65%; Unión Fenosa y Repsol, el 0,59%, y Sacyr, el 0,32%. En el mercado continuo destacó la caída de Inmobiliaria Colonial, el 11,11%, mientras que Testa Inmobiliaria presidió las ganancias al subir el 8,84%. En el mercado secundario de deuda, la rentabilidad del bono español a 10 años se quedó en el 4,49%.