La dramática situación financiera de Terra Mítica ha situado al parque temático de Benidorm al borde de la suspensión de pagos. Todo depende de la actitud que tomen mañana los acreedores, que hasta ahora rechazan aceptar el plan de viabilidad propuesto por la empresa.

Con unas pérdidas acumuladas de 120 millones de euros y una deuda financiera superior a los 214 millones, el parque se enfrenta al pago de 83 de los 111 millones de un crédito suscrito en 1999 con 25 entidades bancarias, que vence en el 2007. Dos de ellas, Vital Kutxa y Caja Cantabria, que aportaron 1,7 millones cada una, presentaron en marzo una demanda judicial para el cobro de los impagos. El peligro de que un juez decretara la suspensión de pagos obligó a la Generalitat valenciana, a Bancaixa y a la Caja de Ahorros del Mediterráneo, propietarias cada una de un 20% del parque, a elaborar un plan urgente para salvar la situación financiera.

El plan preveía que Bancaixa, la CAM, el BBVA y las cajas rurales canjearan la deuda por acciones, lo que rebajaría la cantidad a 50 millones. Las cuatro entidades estaban de acuerdo. El problema llegó al proponer al resto de acreedores que renunciaran al cobro del 20% y asumieran un 30% en títulos de la empresa. Ello permitiría reducir a 25 millones la cantidad de pago, para la cuál se establecería una moratoria de diez años.

A cambio, y como garantía, la Generalitat, a través de la Sociedad Parques Temáticos, debería dar a Terra Mítica 785.000 metros cuadrados de suelo, un colchón de activos que podrán ser gestionados y vendidos para la construcción de hoteles. El viernes, los acreedores dijeron no.