Todos los contratos de telefonía deberán facturar las llamadas por segundos a partir de marzo, dos meses después de la publicación oficial de la ley de mejora de la protección de los consumidores y usuarios que fue aprobada ayer, por unanimidad, en el Congreso de los Diputados. Se calcula que las compañías de móviles ingresaron el año pasado 1.320 millones por segundos de conversación no consumidos, el 15% del tiempo facturado. Solo los contratos con tarifa plana quedarán excluidos de la facturación por segundos.

La nueva ley también acaba con el redondeo en los aparcamientos y obliga a facturar por minutos. Los privados tendrán cinco meses para adaptarse a la ley y los ligados a concesiones administrativas o centros comerciales tendrán ocho meses.

EL FIN DEL REDONDEO La ley prohíbe el redondeo con carácter general, tanto en el tiempo utilizado como en el precio, así como cualquier cláusula para el cobro por servicios o productos que no hayan sido prestados. A partir de ahora serán consideradas abusivas las cláusulas que, por ejemplo, penalizan con el cobro de un día entero el retraso de una hora en la entrega de un coche de alquiler.

La norma aprobada ayer por el Congreso constituye la modificación legal "más importante" de los últimos 20 años en defensa de los consumidores, según las organizaciones OCU y CECU. Para la ministra de Sanidad, Elena Salgado, esta ley contribuirá a dar solución a problemas concretos y cotidianos de los ciudadanos, a los que, como dijo en el Congreso, "todos nos hemos enfrentado alguna vez".

"CARGAS ONEROSAS" Con la nueva ley, darse de baja en un servicio debe de ser tan fácil como lo fue darse de alta, "sin ningún tipo de sanción o de cargas onerosas o desproporcionadas, tales como la pérdida de las cantidades abonadas por adelantado, el abono de cantidades por servicios no prestados o la fijación de indemnizaciones que no se correspondan con los daños efectivamente causados", explicó Salgado. Si alguien contrató un servicio por teléfono y de forma instantánea, también debe poder darse de baja en las mismas condiciones.

La ley también quiere acabar con los servicios de atención al cliente de algunas empresas que se limitan a una interminable

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