Toyota, el mayor fabricante de automóviles del mundo, anunció ayer las primeras pérdidas anuales de sus 71 años de historia. El grupo japonés tuvo unos números rojos de 3.824 millones de euros hasta marzo, mes en que finaliza su año fiscal. Sus perspectivas tampoco son buenas, ya que prevé seguir en pérdidas durante este ejercicio. La compañía ha acusado el golpe de la crisis global y de la revalorización del yen, que le restó competitividad.